martes, 7 de septiembre de 2021

demasiado

Todo está siendo demasiado. Mi novio, mis amigas, mis pronombres, mi familia, mi constante debate interno entre matarme o irme a la mierda. 

Antes de ayer casi lo hago. Junte ropa en una mochila y me subí a la bicicleta de mi hermano con intenciones de ir a buscar algunas cosas a la casa de mamá y después huir a El Bolsón. Mis ilusiones de una vida en el bosque se derrumbaron en los primeros cinco minutos de pedaleo, cuando me di cuenta, o más bien confirmé, que mi estado físico es deplorable. Cuando llegué a la siguiente estación (a duras penas, con repetidas pausas en el medio para descansar) conté los kilometros. 

6.

Si, apenas pude con seis kilómetros. Patético, considerando que en mis planes de escape contaba con poder hacer al menos 100kms por día. Pero está bien, porque aunque trate de convencerme de que si, no hubiera sido feliz viviendo así. Escondida todo el tiempo, en peligro, con miedo. 

Fantasías de fuga aparte, las cosas con Maxine van cada vez peor. Está en un pozo depresivo de negatividad absoluta, en el que no hay lugar para pensamientos felices, y cuando los hay, duran solo minutos. Soy consciente de toda esa mierda de que la pareja no es un psicólogo, de que no soy responsable de la felicidad de los demás, etcétera, etcétera. Pero es complicado actuar en consecuencia, sobre todo cuando —por lo que él mismo dice.— Soy su única fuente de apoyo además de Alex y su side. Lo amo muchísimo, pero empiezo a darme cuenta de que el no se quiere ni un poquito, y la frase esa de mi mamá, que siempre me pareció tan pedorra, hoy tiene más sentido que nunca.

"no podés querer a los demás si no te querés a vos misma primero"

Tal cual, Maxine se está hundiendo, y con él, vamos yo y nuestra relación. Y mucho criticarlo a él, pero yo tampoco tengo el suficiente amor propio como para hablar las cosas y dejar el barco en llamas en que se convirtió este noviazgo.